Corina Y Mayra, Promotoras, deshacen las bolas de estiércol de vaca, mientras Julián apareja la capa de hojas. Al lado esperan los sacos de ceniza recogida en la comunidad.
Los ganaderos locales han sido generosos en donar el estiércol mientras nosotros mismos, gracias al apoyo del Promotor Don José, lo llevamos de sus fincas a la Montaña Solar. Se logró detener la quema de estas hojas cuando estaban limpiando la iglesia, ahora hacen otra capa de materia prima para el hoyo de abono. Hay nueve estacas para permitir la entrada de aire y “medir” la temperatura del proceso de descomposición. Después de la cosecha de frijoles, se había amontonado el manto para poder ocuparlo como materia orgánica. Después de la caminata de casi 1 kilómetro, las Promotoras vacían sus sacos. Un viaje más y tendrán toda la materia necesaria para llenar el hoyo de abono.
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